Dedicado, a ti y tus padres:
Pido perdón, pero no encuentro otra expresión mejor para esta niña que junto a su padre Marcelino, acogieron la desagradable visita de la sombra oscura, en la noche mas alegre de todos los niños, la supieron acoger sin rencores. Con la pena de saber, que más pronto que tarde un día llegaría a tender dulcemente su mano para recoger a su ser más querido. Entre tanto, padre e hija agarraban la suya. No por miedo de ser arrastrados, desde ese mismo instante eran conscientes que la pena se lleva por dentro. Sus vidas, deben continuar haciendo caso de los consejos de una MADRE que seguro de alguna forma les preparo para este momento de la vida, por el que todos debemos pasar.
Con esos consejos y con la fuerza de un espíritu vivo, apoyado por un PADRE de mayor o igual fuerza, animó y alentó a su única hija a seguir adelante, esta con un suspiro y un PAR... dijo adelante, tengo que seguir y con el apoyo de sus mejores amig@s, de todo un Club y sobretodo su fortaleza la chica se presento en Tortosa competió y por poco se planta en la final.
Gracias Irene por esta lección de poderío y a Ti Isabel por infundir estos valores, que siempre estarán presentes en nuestras vidas.
Gracias Jose, desde los 4 o 5 años Irene es alumna tuya de Mireya y día tras día le enseñais a caer y levantarse en el tatami, pero esos valores también sirven para la vida. De una derrota, de una desgracia, de una gran pérdida a pesar del dolor se sacan fuerzas del interior y se renace.
ResponderEliminarCuando fuimos a China, una tradición milenaria decía que si subes a tu hija en brazos a la tercera atalaya de la Gran Muralla, esta sería una guerrera imperial. Fue una locura en pleno invierno con hielo y muchos grados bajo cero, pero subimos, quizás la leyenda tenga algo de cierto …
Gracias a ti Jose, a Mireya y a l@s compañer@s de talavera por vuestro apoyo.